Existe una amplia gama de productos de inversión. En esta sección se recogen las principales características de los productos que más se negocian en los mercados de valores que se pueden dividir en seis grandes bloques.

Renta Fija

Los productos de renta fija reconocen una deuda para quien los emite y el inversor que los adquiere se convierte en acreedor de ese emisor.

Renta Variable

La principal característica de los productos de renta variable es que en el momento de la adquisición no se conoce su posible rendimiento futuro. Las acciones ordinarias de las compañías cotizadas son los valores más conocidos y representativos de la renta variable.

Fondos de inversión

Los fondos de inversión son un patrimonio formado por las aportaciones de un número variable de inversores, denominados partícipes. Este apartado ofrece información sobre las principales características de los fondos, los tipos de fondos que existen, las comisiones y demás gastos asociados y la importancia del folleto informativo (DFI).

Productos híbridos

Se trata de productos que por su naturaleza no pueden clasificarse como renta fija, ni tampoco como renta variable. De ahí su carácter híbrido, ya que tienen algunos aspectos asimilables a la renta fija y otras características propias de la renta variable. Los principales productos de este tipo son las participaciones preferentes y las obligaciones y bonos convertibles.

Productos derivados

Los productos derivados son productos de riesgo elevado. Su valor deriva de la evolución de los precios de otro activo subyacente. A continuación, se recogen información sobre los futuros, opciones, warrants, certificados, contratos de compra venta de opciones y contratos financieros por diferencias (CFD).

Productos estructurados

Los productos estructurados consisten en la unión de dos o más instrumentos financieros en una sola estructura. Son productos de carácter complejo y de elevado riesgo.