Cuando compramos un bien defectuoso o que no se ajusta a nuestras necesidades solemos tener la opción de devolverlo, pero las cosas no funcionan de la misma manera con los productos financieros. Siempre es mejor elegir bien desde el principio y no conviene apresurarse. Deshacer una inversión puede llegar a ser complicado y costoso. Por ello, es aconsejable mantener una actitud responsable y seguir los pasos necesarios en la toma de decisiones de inversión:

Pasos a seguir para tomar una decisión de inversión

Los pasos que se aconsejan seguir para adoptar una decisión de inversión son cuatro.

  • Defina sus objetivos de inversión. Es importante definir el objetivo de su ahorro, lo que implica, entre otras cuestiones, determinar el plazo de la inversión y el riesgo que se desea asumir. Es conveniente elegir un producto que sea adecuado para el horizonte de inversión que se tenga, sea corto, medio o largo plazo. Por otra parte, todos los productos financieros conllevan cierta dosis de riesgo (baja, media, alta o muy alta) de la que se debe ser consciente cuando se toma la decisión de invertir en ellos.
  • Busque un intermediario. Sólo las entidades autorizadas e inscritas en los registros públicos de la CNMV pueden ofrecer servicios de inversión. Si recibe alguna oferta de un intermediario que no conoce, es aconsejable que consulte en los registros oficiales para asegurarse que es una entidad autorizada. Alternativamente, puede consultar si es una entidad sobre la que existe alguna advertencia por sospecharse que ofrece servicios de inversión sin estar autorizada para ello. Si la entidad que usted busca no se encuentra en el registro oficial de la CNMV es aconsejable que consulte a la Oficina de Atención al Inversor antes de operar con ella.
  • Elija un producto. La creciente gama de productos financieros proporciona alternativas para cualquier perfil de inversión. Es imprescindible comprender las características y los riesgos del producto antes de su adquisición. No es aconsejable que se invierta en productos que no se comprenden. El grado de complejidad de los productos financieros suele ir en paralelo al riesgo que conllevan. La entidad financiera debe explicarle las características (y riesgos) del producto que le ofrece o que usted solicita. Debe proporcionarle información escrita con anterioridad a su decisión de inversión para que se pueda tomar esta con conocimiento de causa.
  • Vigile las inversiones. Las circunstancias bajo las que se realiza una determinada inversión pueden cambiar a lo largo del horizonte temporal de esta. Es recomendable vigilar la evolución de la inversión y ver si la rentabilidad es la esperada o si los riesgos se mantienen. Las entidades financieras están obligadas a enviar información con carácter periódico para poder realizar este seguimiento.

Formas de contratar un producto

A la hora de contratar un producto se pueden distinguir dos situaciones.

Elegir directamente un producto

En caso de que usted tome la iniciativa para contratar un producto no complejo (se consideran no complejos los productos que un inversor medio puede entender) su entidad le debe advertir de que no tiene obligación de establecer si el producto es adecuado o no para usted y simplemente se limitará a ejecutar su orden de compra. En este caso su entidad financiera le presta el servicio de "sólo ejecución" (de su orden).

Sin embargo, si solicita la compra de un producto complejo (se consideran complejos aquellos productos cuyas características no son fáciles de entender para un inversor medio) su entidad también debe asegurarse de que el producto es adecuado para usted mediante un test de conveniencia.

El test de conveniencia tiene como finalidad que la entidad determine si usted, a la vista de sus conocimientos y experiencia como inversor, es capaz de comprender las características y los riesgos que asume al adquirir un producto determinado. Si ya ha operado a través de esa entidad tal vez no necesiten preguntarle nada (la entidad ya tiene la información necesaria sobre usted). Este test es el más habitual. Además, se debe aplicar siempre que sea la entidad la que le ofrezca la inversión.

Puede que usted desee invertir en un producto complejo a pesar de que no lo entiende o de que el riesgo del producto es superior al riesgo que usted asume en general en sus inversiones. En ese caso deberá firmar la aceptación del producto a pesar de no ser adecuado para usted. Sea consciente de las implicaciones de aceptar un riesgo superior al de su perfil.

Recibir asesoramiento de la entidad financiera

Cuando su entidad le presenta varios productos alternativos y le recomienda alguno de ellos, le está prestando un servicio de asesoramiento. En este caso, debe determinar qué producto es el más idóneo para usted en cada momento. Para ello debe recopilar toda la información necesaria para poder asesorarle. En este sentido, la normativa establece que la entidad tiene la obligación de realizarle el denominado test de idoneidad.

Este test también es obligatorio cuando la entidad presta servicios de gestión de carteras.

A través del test de idoneidad se valoran sus conocimientos y experiencia, su situación financiera y objetivos de inversión.

Para saber su conocimiento y experiencia con respecto a un servicio o producto, la entidad financiera debe obtener información sobre:

  • Los tipos de servicios, operaciones e instrumentos financieros con que está familiarizado.
  • La naturaleza, volumen y frecuencia de las operaciones sobre instrumentos financiero y el período durante el cual se han llevado a cabo.
  • El nivel de formación y su profesión.

Con esta información sabrá si puede comprender el producto y los riesgos que conlleva.

Para conocer su situación financiera debe saber:

  • El nivel y la fuente de ingresos periódicos.
  • Sus activos – líquidos, inmuebles e inversiones.
  • Los compromisos financieros periódicos.

Esta información le permitirá conocer por ejemplo sus necesidades de liquidez o su tolerancia al riesgo.

Por último, para saber cuáles son sus objetivos de inversión, tiene que valorar el horizonte temporal deseado para la inversión, sus finalidades de inversión y el perfil de riesgo. Es importante que la entidad financiera conozca cuál es la pérdida máxima que estaría dispuesto a asumir.